Soidemersol

Soidemersol

Buenas cosas bien dispuestas, eso es lo que es este disco. Y es que ya se intuía. Tras el desarrollo puesto de manifiesto en “Magnesia” (Siesta, 1995), nada menos se podía esperar de la nueva entrega de La Buena Vida. Un disco redondo y perfecto que les catapultaría hasta el éxito y a un puesto asegurado en las listas de imprescindibles. Cuando el grupo concebía el nuevo trabajo, Siesta no veía otra salida que contactar con una multinacional para poder llevar al plano de lo factible algo que para ellos no podía pasar de ser un bonito sueño. Es así como tras una serie de conversaciones la unión se produce con PolyGram (Mercury), gigante que se encargaría de todo lo relativo a la distribución del LP.

Los tenues arreglos introducidos en el anterior disco hacían impensable un siguiente paso como lo imaginado y conseguido para “Soidermesol” (Siesta, 1997). Una ampliación de esos arreglos a dimensiones colosales en belleza y número, que primeramente, ante la ausencia de productor, el grupo comienza a desarrollar por sí mismo. Una vez que el disco cuenta ya con la ayuda de Louis de Philippe, una de las principales figuras del sello él, La Buena Vida se traslada a Londres donde junto a músicos de renombre seleccionados por Philippe, grabar la sección de cuerda y metal en el estudio Matriz Maison Rouge.

Con el comienzo de 1997 llega el momento del lanzamiento. Bajo el nombre de “Soidemersol”, en honor a un restaurante de mismo nombre que por aquel entonces frecuentaban en el barrio de Lavapiés de Madrid, el disco presenta “Pacífico” y “Desde hoy en adelante” como avanzadilla, en una puesta en escena algo descuidada por parte de PolyGram. Un disco de una delicadeza y una hermosura enternecedora y arrebatadora, donde cada uno de los títulos que lo componen da forma a ese puzzle perfecto en el que todo encaja y nada sobra. Sobran las palabras, eso sí, para referirnos a todo lo concerniente a lo musical. Cada uno de los instrumentos y cada una de las notas interpretadas quedan ensamblados sin chirriar. Jugando con lo azucarado y lo delicado, se mantienen en el equilibrio exacto donde el sentimentalismo sugerido y conseguido hace al conjunto poseedor de una finura y una magnificencia envidiable y llamativa.

Y parte de la culpa de esto recae también sobre Iranztu, quien encontrando un tono que le encaja a la perfección, suena mejor que nunca. Dulce y susurrante, su voz no necesita ya de pilares en los que sustentarse ni de coros que la escondan, incluso sin apenas música logra salir exitosa, al igual que las historias contadas, dispuestas ya de mayor cuerpo y presencia. Siguiendo en la línea de lo cándido y lo idílico, las letras ya no son meros collages de frases resultonas incapaces de dibujar paisaje alguno. Inocente, pero sensato y reflexivo, “Soidemersol” es al mismo tiempo punto final e inicial de La Buena Vida, que siempre atraídos, desde una perspectiva bucólica, por el lado más aniñado de las cosas, logran, casi por vez primera, alcanzar ese punto poético tan ansiado.

Grupo:

Poco se sabe de sus primeros pasos....

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Tracklist:

  1. Buenas cosas mal dispuestas
  2. Pacífico
  3. Verano
  4. Respirando en el mundo
  5. Matinée
  6. A mitad de camino
  7. Desde hoy en adelante
  8. Caruso
  9. En voz baja
  10. ¡Adiós muchachos!
  11. Caminito del cielo
  12. bonus track

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