Las aventuras del ubicuo Paco Loco (Sexy Sadie, Sr.Chinarro, Manta Ray, Nacho Vegas, Maga, Australian Blonde…), y del desubicado Steve Wynn (líder de The Dream Syndicate y Gutterball). Capítulo uno; Ubicuo y Desubicado se encontraron un día en una playa gaditana y en lugar de buscar conchitas se pusieron a componer. De esta unión playera, y con la ayuda de la novia de Steve, Linda Pitman, sale «Smack Dab» (Houston Party, 2007), una idea sin perspectivas de futuro. Pero bien está.
Aunque un sarao indie no es un sarao sin Paco Loco, este tipo merece un respeto. Su bendita demencia afecta a prácticamente todo el panorama musical español, y es por algo. Loco, aunque suene raro, tiene criterio y sabe lo que hace. Steve Wynn hace el papel de cuerdo y de guiri colorao y no entendemos muy bien qué carajo hacía en Cádiz. Pero bien está. Smack Dab tiene las pocas ventajas que proporciona un proyecto efímero (sin responsabilidades) y otras muchas desventajas (la no-continuidad aún no cuaja en la audiencia española, la apariencia de diversión infructífera y la dificultad de ofrecer un sonido compacto y de calidad). En este caso todo lo anterior se cumple excepto la calidad.
Smack Dab es un buen disco/proyecto, con canciones que suenan divertidas, sólidas y creíbles. Otras son más endebles, se nota que tampoco se preocuparon por algunos temas. Normal, Paco no es que sea un gran dominador del inglés. Menos mal que Wynn es casi medio Spanish. En el disco hay variedad (rock a lo post-brit, funk, toques bailables, psicodelia…) y como no podía ser de otra manera, un sabor americano intenso. Temas que entran con facilidad, reconocibles, repletos de referencias y con letras sencillas y directas. También rezuma un cierto aire cultureta meta-auto-felacional («I´m not listening», «The Hollywood sign»), pero es el precio de la fama.
Canciones como «Super 8″, «Smack Dab», el potente y enérgico arranque rock de «Quarantine» y el virtuoso instrumental «Smack Dab Attack» merecen ser escuchados con detenimiento… muy de veranito.