Disco póstumo de Pepe Risi, fallecido el 9 de mayo de 1997, que había dejado grabado antes de su muerte. Evidentemente el disco abre una nueva etapa en el grupo, en el que ya sólo Johnny permanece de sus miembros fundadores.
Dejando al margen esta circunstancia, y centrándonos en lo estrictamente musical, el sonido del disco es contundente y guitarrero, siguiendo la línea marcada con su anterior trabajo “No Mires Atrás” (Don Lucena, 1993), manteniendo en la formación a Eduardo Pinilla como segundo guitarrista, que a partir de entonces asumiría las funciones de guitarra solista.
Demoledor comienzo con “Sin miedo a perder”, “Estrella fugaz”, “Como un huracán” -no confundir con la canción del mismo título de su disco “Regalos para Mamá” (Victoria, 1989) – y “Jack Gasolina”. Ésta última forma ya parte del repertorio habitual en directo de la banda, al igual que “Estrella fugaz”. A partir de aquí sale a relucir el lado más nostálgico del sonido de Burning con temas como “Soy un preso” o “El tiempo le vino a buscar”.
Para este disco vuelven a recuperar otro clásico del grupo, grabado originalmente en su primer LP “Madrid” (Ocre, 1978): “Miéntelas”, pero esta vez en una sorprendente versión country.
Es inevitable escuchar este disco sin asociarlo a la circunstancia de la muerte de Pepe Risi, por lo que las canciones adquieren un tono agridulce. Aún así el LP mantiene un nivel notable de calidad, y aunque algo irregular, es una más que digna despedida de uno de los personajes más ilustres de la historia del rock en España.