Silencio

Silencio

Este disco define la canción de autor española, mezclando poemas musicados con canciones compuestas por el mismo intérprete u otros compañeros de generación. En el primer grupo cuatro poemas de Jesús López Pacheco con música de Adolfo, otras dos con palabras de Bertolt Brecht, referente de aquella generación contestaría de finales de los 60 y uno sobre un poema de Nicolás Guillén y otro de León Felipe con música de Carmina Álvarez. Los pocos temas restantes están firmados íntegramente por el propio cantautor.

La portada es de Juan Genovés, uno de los principales pintores abstractos del siglo XX. Los acompañamientos, además de la guitarra del cantante incluyen en varios casos violoncello, cuerdas, bajo, órgano batería. Comienza la colaboración con el cantautor y arreglista argentino Carlos Montero. Adolfo Celdrán presenta grandes influencias de los cantautores franceses, especialmente Brassens, del cantautor valenciano Raimon y del hispano francés Paco Ibáñez.

La canción más promocionada fue “¡Qué pena! con letra de León Felipe. Personalmente, me gustan bastante más como la “Canción de las seis de la mañana”, todo un estudio sociológico del amanecer sombrío de los que no comen, están en paro, se prostituyen. En fin, para aquellos a los que la noche se les hace muy larga. También llena de sensibilidad resulta la “Canción del pescador” con esa denuncia de todos los tiempos: “Tengo las redes llenas, las manos vacías. Las redes son del amo, las manos, mías”. Ambas son temas propios. Con un título parecido, pero con un ritmo más repetitivo y violento desgrana la “Canción de la novia del pescador” con letra de López Pacheco.

Entre los textos de Brecht destaca la juguetona “El sastre de Ulm”, el cuento de un sastre que quiso volar frente a los consejos del obispo al que una flauta de pico le confiere un aire de juego infantil.

La canción distinta es esa “Canción bailable” a ritmo verbenero con un saxo, un órgano eléctrico y una batería que critica la actitud acomodaticia de quienes no luchan por cambiar las cosas y su compromiso es lejano y de boquilla. En clara alusión a la muerte del Che con ese “que cómodo es no tener un fusil, no luchar en Bolivia y llorar en Madrid”.

En fin, un LP de textos elaborados y músicas variadas que huye del tono mitinero sin reducir un ápice el aire combativo de un cantautor siempre en contra de las injusticias, fijándose en los aspectos existenciales de esa eterna lucha. Obtuvo reconocimientos y premios, pero no dejó frío a nadie. Mientras jóvenes críticos y escritores como Álvaro Feito, José Ramón Pardo o Carlos Tena lo ensalzaron al máximo, otros lo ignoraron.

A partir de su publicación, Adolfo comenzó a tener dificultades para actuar y fue censurado en la radio y en numerosas actuaciones de tipo comercial, quedando reducido al circuito universitario y en determinadas parroquias de extrarradio regentadas por lo que entonces se llamó curas progres o directamente curas comunistas.

 

Grupo:

En plena década de los 60, cuando...

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Tracklist:

  1. A la voz de un pueblo
  2. Canción de la novia del pescador
  3. La cruzada de los niños
  4. Doña María
  5. ¡Qué pena!
  6. La mala pesca
  7. El sastre de Ulm
  8. Canción a las seis de la mañana
  9. Canción del pescador
  10. Canción bailable
  11. Una canción

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