Continuando con el extenuante ritmo de trabajo que Pecos tuvieron en sus primeros años de carrera, llega el tercer LP, “Siempre Pecos” (Epic, 1980). Si el primero era lento y el segundo más rítmico, podemos considerar este disco como un punto intermedio entre ambos. Más allá de eso, escasos son los elementos significantes que rastrear a lo largo del álbum, salvándose la inclusión de una nueva versión, en esta ocasión “Mediterráneo” de Joan Manuel Serrat, que carece absolutamente de todo el calor y magia de la original.
Como se señalaba ese punto intermedio en la confección de las canciones, como ejemplo podemos citar “Déjala”, claramente dirigida al bailoteo discotequero, frente a “Y voló”, una lacrimosa balada con Pedro como solista. Aunque es un disco de fácil acceso y evidentemente comercial, es difícil encontrar en él momentos tan destacables como “Acordes” o “Háblame de ti”. Eso no fue problema alguno, de todos modos, para que una vez más arrasara en las listas de ventas.
Con “Siempre Pecos” se completa el tríptico en el que se nos muestran todas las posibilidades y caras que Pecos ofrecieron y siguen ofreciendo en su carrera -especialmente en esos primeros años-, a pesar de que no se nos revela nada especialmente novedoso.