El primer largo de Chico y Chica es un disco costumbrista en el que el dúo bilbaíno hace un relato de su día a día. Historias cotidianas especiadas con toques de humor estrafalario, anécdotas hinchadas hasta la exageración y situaciones que todos hemos vivido alguna que otra vez en nuestras vidas.
Musicalmente, va del tecno más cacharrero al tecno pop más suave (en momentos recuerdan a los primeros Mecano) y al dance europeo más rompepistas, dejando espacio para un tema acústico -«¿Por qué la ha escogido?«-.
«No me preguntes la hora«, «Tú lo que tienes que hacer» y «Supervaga«, canciones cuyos títulos ya dicen bastante, suponen los tres grandes hits: historias de noches decadentes en la discoteca, pidiendo cigarros y dinero y fijándose en la ropa de los demás, conversaciones con amigos en los que te dan consejos que ni siquera ellos seguirían y el hastío de la vida, el aburrimiento y la rutina, y sin duda una declaración de principios cristalina («No voy al paro porque no me acuerdo / no saco al perro porque se me olvida / no soy más dejada porque no me entreno / demasiado vaga para tanto esfuerzo […] Súper tranquila / súper calmada / súper relajada / supervaga / súper serena / súper sosegada / súper plácida / supervaga«), temática que también abordan en la disco pop «Aburrida de la vida«.
Sin embargo, «Sí» (Austrohúngaro, 2001) es mucho más, es una colección de canciones en las que lo cotidiano en todas sus formas tiene gran presencia en las letras, ya sea el odio hacia una antigua amiga en «Perdona que te diga«, los problemas para ligar relatados en la rítmica «De cintura para arriba» o el coñazo de compartir momentos con la familia en la poco navideña «Comida podrida«, en la que la protagonista pasa el día 25 de diciembre en el hospital comiendo tortilla francesa después de ser intoxicada por su familia en la cena de Nochebuena. A partir de entonces, descubre, con un tono muy melodramático, que todo lo que come está podrido.
Tampoco faltan, por supuesto, otras grandes temáticas de la banda, como la moda, de la que dan una lección sui generis en la divertida y progresiva «Es lo suyo» o el cine en la pareja de ladrones al más puro estilo «Bonnie & Clyde» (Arthur Penn, 1967) que forman «Cuchillito y tenedor» y el título clásico de los 80 de «Todo en un día«, recordando al mítico Ferris Bueller.
En conclusión, el debut de Chico y Chica es un album de tecno pop divertido y sin pretensiones, que descubre el singular mundo de dos amigos con ganas de contar sus cosas, que puso en el mapa al dúo dándole un toque inédito a la escena independiente.