Cuatro de junio de 1976, lugar el Lesser Free Trade Hall de Manchester, los Sex Pistols tocan ante cuarenta y dos personas en un concierto mítico, entre los espectadores están entre otros gente que pasaría a la historia por formar parte de grupos como Buzzcocks, The Fall, The Smiths o Joy Division… y también estaba Mick Hucknall, que al igual que a los responsables de este disco habría que preguntarles qué fue lo que escucharon de sus referentes y se nos escapó a los demás. Porque aquí no es el sitio para debatir si son o dejan de ser Las Grecas, sino si este álbum hereda algo del sonido grecas que sorprendió al país en el año 1974. Y la respuesta es definitivamente que no. No, porque por poner solos innecesarios de guitarra encima de bases electrónicas y haya dos mujeres cantando al unísono no lo es. No lo es porque temas como “Mentira” o “Si me dejaras amarte” simplemente palidecen ante trallazos sonoros como fueron “Orgullo” o “Sagapo”.
Alguien podrá decir que es una revisión de las canciones, llevarlas a un sonido más moderno, actualizarlas a los nuevos tiempos, pero yo me pregunto si de verdad era necesario. Yo escucho el “Gipsy Rock” (CBS, 1974) y me parece actual, canciones que no han perdido con el tiempo y una lección a las nuevas generaciones de cómo se puede hacer fusión sin pifiarla. Es más, sus temas me parecen más modernos que los aquí incluidos en este disco.
Aunque sí me siento asombrado al ver un álbum de un grupo sin ninguno de los componentes originales, más incomprensible encuentro que a la vez que lanzas un dardo envenenado a la única superviviente de la formación primigenia como es “Que te den” por otro lado trates de sacar rédito con las múltiples e innecesarias versiones de temas añejos del grupo, sangrantes todas ellas pero especialmente “Más que eso”, digna de ser banda sonora de los autos de choque de las barracas de cualquier feria, o ese acelerado “Te estoy amando locamente”.
También nos encontramos con un par de colaboraciones, en el tema “Celos” canta Ricardo Gabarre, conocido artísticamente como Junco, y en donde la diferente tonalidad de las voces hace desmerecer la canción, y en “Me quedo contigo” donde aparecen Los Chunguitos ya como dúo.
En definitiva, es un disco del todo olvidable, que seguramente (y gracias) pasará inadvertido al gran público por su escasa calidad. Desde aquí el arriba firmante solo pide que esto sirva para dejar de sacar discos con el nombre de Las Grecas.