Introducción a cargo de un buen solo de flauta que nada tiene que ver ni en melodía ni en ritmo con lo que viene después para “Si caminas mi camino”, que luego rompe en un ritmo rápido cargado de vientos en el acompañamiento. No es de lo mejor de este cantante, que aquí se muestra excesivamente ampuloso.
Buena letra pacifista e íntima con unos coros voceados más que cantados. Un tema muy en la línea de otros solistas del momento, como Daniel Velázquez, por citar solo uno. “Despedida” nos trae aromas de cuarto en penumbra y tristeza en el que Carlos Antón desnuda sentimientos y susurra una letra de añoranzas. Buen contrapunto a la cara A sin renunciar un ápice a su estilo. Un estilo en el que queda claro que él mismo componía todas sus canciones.