Canción segunda clasificada en el Festival de la Canción Mediterránea de 1966, donde Ángela debería haber intervenido para finalmente ser sustituida por la portuguesa afincada en Barcelona, Madalena Iglesias. Pero ella ya lo tenía grabado y editado en italiano y así se quedó en este disco, que es el menos conocido de la carrera de Ángela. Una interesante balada a la que la intérprete le da un regusto de oscuro misterio que sienta bien a la pieza.
En la cara B, la casi inevitable “Guantanamera” que aquí aparece desprovista de todo origen folk para convertirse en una pachanguita. La cantante incurre en el habitual error de época de pronunciar las ces con seseo, una pronunciación que se creía por entonces que aportaba un plus de glamour.