La canción más gamberrilla (siempre dentro de un orden o dos) del LP «Mírame de Frente» (Hispavox, 1987) protagoniza este sencillo que poco o nada aportó a la carrera, al prestigio o al bolsillo de Juan Pardo.
Ojo a la extraña foto de portada de este single con un Juan un tanto mefistofélico.