Se trata de un sencillo que no responde a lo que el grupo era en directo y en el que la mano del productor Teddy Bautista, se nota tanto o más que la de los propios músicos. Dos temas bien conocidos en sus versiones de Rolling Stones y de un joven y por entonces prometedor compositor inglés que responde al nombre de Elton John. El sonido del grupo está a caballo entre el rock progresivo y la música de influencia norteamericana que por aquel entonces se oía en las discotecas.
«Satisfaction» es un puro pretexto que poco tiene que ver con el tema rollingstoniano. La cosa se inicia con una entrada que aparentemente nada tiene que ver con lo que viene a continuación y que se corta en un instante de total silencio. A partir de ahí un órgano de sonido litúrgico y un coro en falsete de lo más discotequero inician la canción, que se ve sorprendida por el famoso riff inicial de «Satisfaction» interpretado en acordes de guitarra saturada de reverberación. Una voz interpreta el tema principal en un continuo diálogo con los coros. Se repite la parte inicial que deviene en un buen solo de guitarra en las notas más agudas del mástil que conducirá al final del tema. Una versión sorprendente de un clásico que adolece de un cierto forzamiento al empalmar partes muy distintas.
Por su parte, «Border song» está muy bien cantada con un elegante piano eléctrico como eje del acompañamiento y unos coros en la misma línea que los de la anterior canción. A destacar para melómanos empedernidos el papel del bajo en una línea bastante complicada.