Editado por exigencias del guión, este disco salió al mercado con la intención de repetir éxito con la fórmula de versionar un bolero. Pero esta vez la idea no funcionó a pesar de los esfuerzos. Simplemente se trata de un disco “para que el público no se olvide de mi”, como el mismo cantante confesaría.
Sea como fuere, el disco pasó desapercibido a pesar de las apariciones de Juan en televisión cantando en directo “Sabor a mí” o de las entrevistas para la prensa escrita.
El nuevo trabajo fue publicado por EPIC, filial de CBS, quien a partir de entonces se encargaría de editar los nuevos discos de Juan Camacho.