El disco que pone en el mapa el punk rock callejero de Jess y los Extenders llegado desde el extrarradio vallecano de Madrid. Editado además en el sello de un amigo de la adolescencia, Pedropa, responsable de Tough Ain’t Enough.
Dicen beber de muchas fuentes diferentes pero en sus canciones uno reconoce la maquinaria pesada de Slaughter and the Dogs o de la lectura del glam de las primeras bandas del Oi! británico. De hecho «Sin salida» tiene el corazón construido a partir de «Chaos» de 4 Skins. Guitarra rocosas que no tienen prisa alguna, que saben que su pegada no la da la velocidad vertiginosa sino la contundencia percutora de un martillo enorme.
Pero si hay un rasgo característico del sonido de los Extenders, ése es, probablemente sin lugar a dudas, la melodía que introduce la voz de Jess, su cantante. Algo así como en Suzie Quatro, donde con todo, y a pesar de toda la maquinaria guitarrera de la banda, era la voz de chulería en cuero rockero de su cantante, la que terminaba por condicionar el rumbo de la música del grupo inglés.
Combinan las historias de proscritos y rebeldes («Jesse James«) con cantos de nostalgia de noches de sábado en el barrio, en el callejón, desde el sur del Madrid, cruzado el Puente de Vallecas («Madrid«,»Callejón«), una ubicación que supoen una forma de amar, de vivir («Vallekas«). Hacen del rock and roll su bandera, como proclaman alto y claro en «Pelea, lucha«, desde donde animan a afrontar la vida de cara.
Grabado en los estudios Underground, cuando la batería seguía siendo Marta, en un proceso, tanto el de grabación como luego el de las mezclas, que se extendió por varios meses, el disco habla y muy bien, de las posibilidades de Jess y Los Extenders.