Tras el buen resultado del “Ráyate” (Raya, 1987), Chimo Bayo y Ángel Patiño repetirían proyecto, creando este segundo volumen con la misma compañía y los mismos productores, pero sin alcanzar esta vez el mismo grado de acierto.
Y es que, como megamix en sí, es probablemente mejor que su antecesor, pues está más trabajado en cuanto a efectos y juegos, pero tanto la selección musical como el hilvanaje son netamente inferiores a su primogénito. Restado, además, el peso que aporta el factor pionero y sorpresivo del primero al valor del conjunto, hace que, si bien se trate de un disco de mezclas más que digno, su valoración general sea algo inferior.
De nuevo el repertorio (“Made in Austria” de CCCP, “I don´t do nothing” de Save Sex, la a veces irritante “New York” de MCL, “The spell” de Honest Doc & Mr. Driver, “Los niños del parque” de Two of China, “Hungry waters” de Karen Rix & Sideway Loock, “Angels in the sky” y “Solution” de The Cassandra Complex y “Exotic” de Chris & Cosey) se apoya en temas de corte techno y techno-pop, destacando sobre todo los más pop, como “Hungry waters”.
Continuando con la línea del anterior, se sigue dotando al contenido de los equilibrios y artificios propios de un megamix, pero sin entrelazar una estructura firme sobre la que construir un escenario en el que poder bailar sin torcerse un tobillo.
En cuanto al terreno de la experimentación en el continente, se ve reducido en este segundo volumen, recogiéndose en él tan sólo dos pistas, “Monasterio mix”, y “Radio mix”, siendo esta última una mera versión reducida.
Este sería el último trabajo como megamixer de Chimo Bayo antes de embarcarse en la producción de sus propios temas, faceta por la cual se daría a conocer mundialmente.