En los años finales de los 60, Raphael era el indiscutible nº 1 de los cantantes en español. La sociedad española vivía una auténtica fiebre raphaelista. Fontana va a desempolvar los primeros discos que el entonces Niño de Linares había grabado para esa marca en formato EP y los va a sacar al mercado en un LP que va a mostrarnos la gestación de un mito, cuando apenas era uno más de los chicos que pugnaban por hacerse un sitio en la música española, tomando como trampolín el festival de Benidorm y otros certámenes veraniegos.
Por tanto, Un disco que bucea en el pasado más remoto de Raphael. Este mismo material ya había sido editado en 1967 en México por Philips, sello patrón de Fontana, con notable éxito.