¿Quién Compra una Canción?

La pareja (trío si incluimos a Juan Carlos Calderón) atraviesa un momento dulce en muchos aspectos y probablemente está en lo artístico en el cenit de su carrera. En 1976 esa dulzura se materializa en vinilo circular con “¿Quién Compra una Canción?” (Novola). Un LP correcto que no vende demasiado, pero que va a generar su segundo número 1 absoluto de ventas de singles en nuestro país con la canción homónima y principal de este disco.

“¿Quién compra una canción?” es un tema comercial modélico, bien interpretado, bien arreglado y con un ritmo marchoso nada extravagante y un regusto a música folclórica de algún rincón del Mediterráneo. No es de extrañar que, en un año poco brillante para la producción nacional, se alzara hasta lo más alto.

El resto tiene mucho que ver con la pareja de hermanos norteamericanos The Carpenters, en los que Sergio y Estíbaliz parecen mirarse, copiando armonías y ese derroche de mermelada que chorrean la mayor parte de sus canciones. Unas canciones más variadas que en otras ocasiones. “Put a little love away” es una balada grandecantada en inglés, “La Amelia” nos lleva de cabeza a Sudamérica con un remozado ritmo de carnavalito. “Deep river” remonta en la voz de Sergio el Mississippi entendido al estilo de los musicales norteamericanos. Otra canción en ingles “The stage coach” abunda en las reminiscencias a teatro musical norteamericano con una pizca de jazz clásico y un ritmo chunda chunda, envolviendo la vieja melodía de siempre.

Entre los temas en castellano, señalemos dos bien distintos, la balada poco atractiva “Mi bahía” y el color brasileño de “Regina” con palabras y músicas de bossa.

Un LP mucho más currado que el anterior, que se escucha todavía muchos años después con agrado. Uno de esos LP en los que ninguna canción se te pega al oído, pero que mientras el disco gira mantiene la atención y el gusto del oyente.

En América obtuvo un gran éxito y la pareja comenzó a barajar la posibilidad de centrar sus mejores esfuerzos en aquel continente.