Como casi siempre, la elección de la canción y la intérprete que representaría a España estuvo en 1965 cargada de polémica y malos rollos. La elegida fue la canción que compuso Antonio Figueroa, para ser interpretada por Conchita Bautista, que intentaba engancharse al ye-yé, pero que en realidad acababa de dejar la bata de cola una semana antes. La canción quedó entre las últimas clasificadas, también como casi siempre.
Haciendo suyas estas protestas, Los Sirex, en pleno cénit de su popularidad, hicieron una versión plenamente pop de la canción de marras. El grupo catalán se lleva el gato al agua y vende mucho más que la eurofestivalera, dejando en evidencia a una anquilosada industria discográfica.
La cara B es uno de los temas grandes de los 60. La veterana cantante inglesa Petula Clark alcanzó el mayor hit de su carrera con “Down Town”, aquí traducida como “Chao, chao” en una versión que sigue las pautas de la interpretación original, aunque añadiendo unos curiosos efectos de guitarra.
Un single escasamente destacable que cierra la trilogía de oro de Los Sirex en un año 1965 en el que triunfaron en toda regla.