Unos pocos meses después de su primera publicación, sale a la calle el single “Prisma de ágatas” secundado por “Ciclos” en su cara B. Ésta última es la canción más acelerada de los Monaguillosh, punk sombrío a medio camino entre Bauhaus y Magazine. Las letras (escritas siempre por Jaime), continúan dentro de un estilo sugestivamente críptico: “Las tiendas del futuro / rebosan de retículas microvisibles / pero tú pasaste con tu ritmo / sin mirar”.
Para la grabación del video de “Prisma de ágatas”, la banda se encierra en el parque de atracciones de Madrid y se deja fotografiar frente a espejos deformantes que crean un ambiente fantasmagórico muy acorde con el espíritu (nunca mejor dicho) de la canción: “Invoco sin fe / a tumbas lejanas / a templos en ruinas / con ídolos negros / de piedra quebrada /¿por qué?”. La voz de Susana es más evocadora que nunca.
Eso es todo. Monaguillosh no sobrevivirían a 1984 (hay que reseñar que ninguno de sus miembros había cumplido los veinte años en aquella época). Ahora cabe preguntarse qué discos nos habremos perdido por culpa de su separación. Lamentablemente, nunca lo sabremos.