Un buen voltaje que se te clava frenético en el pum pum de tu espíritu, «Preparado para el rock’n roll«, cantar de gesta de la lucha incondicional, aquella que no teme estamparse contra la cruda realidad mete todo el acelerador sin concesiones.
«Siempre está nublado y tienes fe en el sol, el tiempo pasado nunca fue mejor. Nadie a quien llamar, nada que esperar, una vida mas rumbo a qué más da. Poco que ganar, nada que perder, el día para morir la noche para vivir. Apuestas doble contra sencillo, loco enamorado de lo desconocido. Quién dice no, no, estás preparado para el rock & roll. Demasiado tarde para regresar perdido en las calles que prohíben soñar. Con tu torpe coartada, ¿dónde llegaras? Los malos te espían, pronto te atraparán. A la deriva en la oscuridad, buscando en la mañana una mentira más. La pesadilla no tiene final, el espectáculo ha de continuar. Lo vuelves a intentar, te sale tan mal vuelve a amanecer otra vez ayer. Demasiado joven para comprender, demasiado viejo para tener fe«.
Como puede observarse la letra no tiene desperdicio, una forma de vida, de intentar entender la vida de una manera proporcionada e intensa, un camino poco aplaudido aunque sí respetado. La música con sus muy bien trabajados tempos transpira una envidiable autosatisfacción, una kamikaze seguridad en sí mismos, no es para menos a sacudirse con esmero. ¿Debería o no debería sonar más esta canción en las verbenas de pueblo?
Con la cara B empieza la marcha atrás, un tinte reflexivo y triste que actúa como revulsivo a los pensamientos primeros, con «Deja de llorar» se cierra el círculo propuesto; es casi una despedida, una aceptación del desgaste y del aislamiento, los resultados abocan a un rincón oscuro y frío donde es futil llorar o lamentarse. Como ya dije este tema debería recuperarse, es sin duda el más ácido, el más áspero porque a diferencia de «Frío«, que se limita a describir un estado, a garabatear poesía a un modo de empinar la vida; en esta canción los disparos han cesado y las bajas están ahí, hay que capitular y buscar el modo de reinventarse otra vez más.