Plan B

Que nadie espere un despliegue de virtuosismo técnico y virguerías guitarrísticas. Eduardo Bartrina plantea una música efectiva y esquemática en el que el único lujo es la autenticidad y la buena definición de planos sonoros. Dicho de otra manera, con los medios actuales en instrumentación y grabación recrea la música instrumental de los grandes conjuntos de finales de los 50 y primeros 60; es decir, de los años de oro del estilo. Eduardo toca en este disco todos los instrumentos que aparecen en la grabación: guitarras, bajo y su batería de toda la vida en un alarde de suficiencia y capacidad de adaptación musical difícil de hallar en estos tiempos de superespecialistas en un determinado instrumento y estilo. Alejado de esa casi obsesiva de The Shadows que casi siempre tuvieron Los Jets, Eduardo realiza un disco de vocación norteamericana, donde en los citados años brillaron bandas de surf instrumental, encabezadas por The Ventures.

Con los primeros temas rinde homenaje a The Champs de Chuck Río, los creadores de “Tequila». A continuación nos va a presentar algunos temas seguramente sacados de grabaciones de The Ventures, pero no sus temas más conocidos, sino otros igualmente intersantes como: “Percolator”, “Penetration”, o la versión del archiconocido tema jazzístico: “Caravana”. Otros grupos revisados son The Fireballs en uno de sus temas más famosos: “Torquay” ; The Surfaris y su único hit “Wipe out” y aquellos primigenios Johnny & Hurricanes, liderados por el saxo de Johnny Paris y su “Tormenta de arena”.

“Moon tides” es de lo mejor del CD, un auténtico temazo que suena de maravilla. Media hora bien aprovechada para un disco que guarda el viejo perfume de una clase de música con escaso seguimiento en nuestro país y un tanto repetitiva en sus planteamientos, pero con un gusto, una limpieza y una riqueza melódica que lo convierten en un auténtico rock de cámara, si este concepto clásico fuese aplicable a la música moderna.

No puedo terminar sin referirme a la enorme colección de guitarras de Eduardo y en esta ocasión las Grestch toman el protagonismo que siempre tuvieron las Fender (también usadas en este disco) en la música de Los Jets.