Como su primer EP en catalán había roto récords de ventas en aquella región, Regal se aprestó a hacer lo propio con éste, aunque con menor resultado. De todos modos, Guardiola se las apañaba bien para ser a un tiempo un cantante bien visto por los capitostes del régimen que soñaban con contar con cantantes equiparables a los italianos que triunfaban en toda Europa y al mismo tiempo defender a su manera la lengua catalana, mal vista en algunos ambientes. Que nadie busque nacionalismos ni defensas a ultranza de identidad lingüística alguna. Simplemente era un buen negocio y había que aprovecharlo.
Por lo demás las cuatro canciones tienen las mismas bases instrumentales y solo cambia el idioma del vocalista.