El tercer disco de estudio de Astrud llega en 2004. Su título, "Performance" (Sinnamon, 2004) lo dice un poco todo de este LP de once temas hiperbólicos, retorcidos y fijados en una estética de vuelta de todo. La música de Astrud en este largo evoluciona a través de las performancias varias en los arreglos y sonidos de cada canción.
El inicio del disco ("Masaje") marca el inicio de un hito que culmina en temas como "Todo nos parece una mierda" y "Soy futbolista". Ese "Me quieres hacer un masaje" de tempo lento y astral intercalado con los falsetes de Manolo es un buen resumen de un disco lleno de contradicciones, de letras rebuscadas y una ornamentación menos patente. Sobre "Todo nos parece una mierda" existen verdaderas teorías fundamentadas de lo que Astrud nos quiso contar con una canción tan destroyer. Evidentemente, Manolo y Genís aclararon que se trataba de un tema totalmente protesta, pero dado el palo tan filosófico de ambos, muchos fans se atrevieron a orquestar toda una corriente de pensamiento entorno a ella. Sea como fuere, esa guitarra española combina a la perfección con los arreglos preciosistas de otros temas como "He vuelto" o "Todo da lo mismo", muy a lo Stephin Merritt, o la clara desnudez de "Soy futbolista", que confieren ese aire eminentemente pop a un disco tan extravagante.