"Pedrá" (DRO, 1995) es uno de los discos favoritos de los fans de Extremoduro, sin embargo no es un disco de Extremoduro propiamente dicho, nos encontramos antes un experimento sonoro, siguiendo el ejemplo de los supergrupos que hacen sus proyectos y que tan populares son en el mundo del heavy, rock progresivo, rock sinfónico, jazz fusión… Robe no quería ser menos.
El disco se grabó en Bilbao en 1993 y la idea primeriza era hacer un proyecto paralelo a los grupos cuyos músicos participaron, gente de Reincidentes, Platero y Tú, Quattro Clavos y por supuesto Extremoduro (representado por Robe) grabaron esta “canción de media hora” como la llaman los fans normalmente, y que no salió al mercado hasta 1995 y tuvo que hacerlo entonces firmado como un disco de Extremoduro, por motivos comerciales.
De entrada a uno el asunto puede echarle un poco para atrás, admito que a mí al principio lo hizo; lo que nos faltaba era que Robe se las diera de trovador de historias fantásticas mirando de reojo a Tolkien, cuando precisamente lo bueno de Robe es que es de la calle, de semáforos y avenidas, Robe por Dios tú no, no me vengas con reyes de Gondor por favor. Por suerte el tema no acabó así, de hecho es una agradable sorpresa.
Pedrá es como una montaña rusa, a ratos con ritmo pausado con un saxo envolvente, a ratos animal y desconsiderado, a ratos jazzero, a ratos flamenco. Robe intenta con sus letras abarcar mucho (puede que demasiado), tampoco es que registre mucha novedad en su temática, pero lo cierto es que algunos pasajes están realmente logrados.
Habla como casi siempre de libertad personal: "Salto montañas, no paro ni a mirar patrás / Quítame el precio y la fecha de caducidad / Ya no me escondo, ya no me tengo que agarrar / Como vosotros: presos de lo convencional".
También habla de desamor (recordemos que Robe está recién separado): "Y ya nunca más volverán mis ojos a ver tus ojos y tu mata de pelo / Y allá desde lo lejos / Van los viejos recuerdos, en ráfagas lentas de viento"
Toca temas como la agitación, las borracheras y las drogas… es un disco que tiene que ser desmenuzado muy concienzudamente, de ahí que los fans se lo tengan muy agradecido, porque otra cosa no será, pero arriesgado es.
A todas luces "Pedrá" es un documento interesantísimo y muy completo. En la mayoría de sus minutos va destilando un rock muy melódico y cuidado, incluso aterciopelado en ocasiones, que ya se va viendo también en el disco grabado en ese mismo año "¿Dónde Están mis Amigos?" (DRO, 1993); por cierto que el que es el disco favorito de Robe de todos los que ha hecho fue publicado ante su propia negativa de grabar nada en 1994 alegando cansancio.