Hacia febrero de 1964 aparece el primer EP de Mila, una jovencita de la que los jóvenes madrileños decían maravillas. Lo hace con el acompañamiento de Los Sonor, lo que confiere a este disco aires de rock and roll y twist alejados de las encorsetadas orquestas que acompañaban a otras ye yés debutantes.
La canción principal es un sencillo ritmo rock con una letra de lo más inocente que nos habla de cartas de amor en una época en que no existían los SMS. Notable actuación de Antonio Martínez en la guitarra y Joe González en el piano. Ambos estarían un par de años después en Los Bravos.
La otra descarga rítmica viene de la mano del «Hully gully«, siendo una de las primeras que se fijó en este nuevo baile que, por lo visto, venía de Nueva York. Aquí Mila se desmelena y busca equipararse a las chicas rocker de fuera de nuestras fronteras.
Un esperanzador disco de presentación con arreglos modernos y una voz potente que no se deja avasallar por un efectivo acompañamiento