Cinco años habían pasado desde la publicación de su primer sencillo en solitario hasta su primer long play y es que Junior primero en Novola y luego en RCA seguía buscando una canción que supusiera un rotundo éxito y dejaba a un lado la posibilidad de brillar como autor de un grupo de canciones. De la docena de canciones que componen el álbum, solo tres habían sido publicadas anteriormente. Tres tan distintas como la buena balada “Perdóname” y la infumable “Killed by a kiss”. Entre las demás, mezcla de canciones en inglés y en español con el denominador común de la balada, pues Junior componía indistintamente en una u otra lengua.
La canción que da título a este disco es una balada envuelta en orquesta de cuerda y melodía poco original. Una canción de amor bastante plana sin mayores alicientes, que también sería protagonista de un sencillo publicado el mismo año. El número siguiente corresponde a “Black November”, otra canción lenta en la que Junior luce su voz y que cuenta con un acompañamiento que se sale un tanto de lo habitual en este cantante y que contrapone la batería y el contundente grupo rítmico a los inevitables violines. Una composición escasamente comercial en el sentido al uso de esta palabra, pero de una originalidad que es de agradecer entre tanto tema tópico.
Hablando de tópicos, otra que camina por la misma senda es “Y así es” con una letra que intenta ser de rutina cotidiana y un acompañamiento que intenta modernizar un tanto el asunto. “Solo” es el tema más intimista del disco con Junior cantando al oído del oyente y la voz indiscutiblemente en primer plano. Nos suena a edulcorada pieza cinematográfica.
La guitarra rítmica de “El amor es amor” rompe un tanto la monotonía de baladas anteriores. Aquí guitarra, bajo, coros y batería se erigen en protagonistas en detrimento de la orquesta y el cantante demuestra que con una formación netamente pop detrás funciona mejor que delante de un orquestón.
Cuando escribe en inglés, Junior parece soltarse el pelo y adoptar aires más pop. Un buen ejemplo es “See what you can do”, una de las mejores y más alegres piezas del disco con un grupo de músicos, una percusión, un saxo y unos coros femeninos realmente atractivos. Una bocanada de ritmo fresco que nos refresca de otros temas muchos más densos. Justo un soplo durará el refresco pues enseguida volveremos a la pesadez con la susurrada “Fui su amor”.
Los dos últimos temas vienen cantados en inglés, destacando el tratamiento casi clásico en la instrumentación de “Here’s that rainy day”.