Vestidos lejanamente de charros y con un sombrero mejicano dibujado en el ángulo superior posan Los 3 de Castilla para la portada de su primer disco. Un EP dedicado por completo a temas hispanoamericanos. Temas tan célebres como el “Cu-currucucu, paloma”, tal vez la ranchera más famosa de todos los tiempos. Tambien superconocido es el bolero “Noche de ronda”, compuesto por María Teresa Lara o el vals “Ella”. Junto a ellas, algún número menos conocido como la “Oración inca”, que antes había sido grabada por las Hermanas Fleta.
Los 3 de Castilla, dos guitarras, tres voces y muy poquito más, se muestran como un grupo que intenta homologarse a los grandes tríos mejicanos de la época, moviéndose en un repertorio y unas armonías muy similares. Música absolutamente añeja, pero que en aquellos momentos, 1958, era la más escuchada en las emisoras españolas, aún refractarias a casi todo lo que no viniera cantado en nuestro propio idioma. Ilustramos este comentario con ”Noche de ronda”, extraída cincuenta y tres años después del vinilo original sin ningún tipo de remasterización o efecto