No sé si alguna vez existió en Cala Ratjada un garito llamado Búfalo Club, pero es de suponer que así fue dado el empeño que Los Beta pusieron en la cara B de este disco en cantar las excelencias del lugar a ritmo de pachanga. Tema apto para el baile colectivo y la gansada grupal.
En el otro lado, la enésima versión de “Spanish eyes”, un tema melódico que Engelbert Humperdinck y otros galanes sesenteros cantaron hasta la saciedad.
El grupo continuaba haciendo sencillos a cascoporro, cada uno batiendo el récord de ramplonería del anterior.