Extraño experimento discográfico consistente en hacer girar un microsurco de 7 pulgadas a 33 rpm, lo cual permitía incluir seis temas, si no eran muy largos, en vez de cuatro habituales. El disco se edita bajo el sello CID, subsidiario de SEAF con el que Kurt tenía contrato, con claro perjuicio para el sonido.
Los dos últimos temas ya habían formado parte del anterior EP. Los cuatro restantes son versiones de temas archiconocidos a finales de los 50. “Oh, Sole Mio” es una de las más conocidas canciones italianas de todas las tiempos, aunque aquí los ojos de Kurt y su gente se fijan en la versión de Elvis. “La Plaga” o lo que es lo mismo: “Good Golly Miss Molly” es el clásico rock and roll de Little Richard, que en España triunfo por los mexicanos Teen Tops. “Mona Lisa” es un estándar norteamericano de los 40, que conoció multitud de versiones, Sinatra y Nat King Cole incluidos. La cuarta es una de esas canciones sudamericanas de toda la vida: “Sabor a mi” con la que Kurt nos deja claro que los boleros no se prestan demasiado a su voz, algo aniñada.
La version del “Oh Sole mio” es bastante aceptable, aunque el omnipresente saxo alto llega a resultar chirriante y fastidioso. En “La plaga” evidencia que ha mejorado bastante las partes vocales desde el EP anterior y nos deja entrever algo de lo que podían ser sus actuaciones de entonces. De lo demás, mejor ahorro el comentario.
Este mismo disco sería editado al siguiente año en formato 45 rpm por el sello SAEF, incluyendo las cuatro primeras canciones; es decir, las que no habían sido publicadas en el disco anterior: “Kurt Savoy y el Full Rock” (SAEF, 1960).