Absoluto e incomprensible engendro que definitivamente les retira todo el crédito que una vez tuvieron como la esperanza de un pop para las masas con calidad. Tras el fallido, fofo y punto de quiebre que representó el flojísimo “A las Cinco en el Astoria” (Sony, 2008) al que se le podía achacar fruto del shock de la cantante Amaia Montero, quizá achuchados por las circunstancias de haber tenido unas ventas más bajas que las de su ex-compañera en los intentos paralelos, La Oreja de Van Gogh decide una especie de falsa reinvención que pasa por ponerse sinfónicos, cosa que habitualmente acaba en desastre (que se lo digan a Miguel Bosé) para regrabar algunas de sus mejores y más conocidas canciones con la voz de la nueva vocalista Leire junto a la Bratislava Symphony Orchestra, tan solventes como mercenarios para dar un revestimiento “serio” a unas composiciones que por lo que destacaban eran por cierta frescura pop.
Ahogadas, sin alma, como mero producto mercantil que son, las canciones se suceden con bastante pena, llenas de arreglos de cuerda más que obvios bajo los gorgoritos de Leire, coros risibles como los de “Cuéntame al oído” y nada de garra. El repertorio es bastante discutible y elegido para que funcione con estos nuevos arreglos. El problema es que por culpa de esto dejan fuera la mayoría de sus mejores temas, que no se encuentran entre las baladas, precisamente. Apenas “20 de enero” o la sensacional (en su versión original) “Puedes contar conmigo” nos hacen recordar que el grupo puede o podía dar mucho de sí. Aún así, esta se erige como el único número destacable del lote. Ni ellos mismos pueden destrozar una canción tan buena.
El único detalle simpático es puramente extramusical con la inclusión de la nana tradicional vasca “Loa loa” en su fragmento inicial, cantada a capella por Leire, haciendo una vacía exhibición de facultades vocales. El título hace referencia a un escrito de Lorca y hay varias ediciones de lujo sin ningún interés adicional.
El disco pasa sin pena ni gloria por la lista de ventas dando un severo toque de atención sobre que sus fans no se van a tragar cualquier cosa que venga firmada por el grupo más vendedor de la última década en España.