“Este traballo está dedicado a toda a xente que aínda ten o valor de dicir NON!”
Korosi Dansas alcanzan la madurez y ello queda reflejado en este disco, a su habitual riqueza estilística hay que sumarle unos matices cada vez más complejos que son capaces de provocar en el oyente sensaciones de lo más diverso: odio, rabia, melancolía, calor… Pero el aspecto realmente significativo es que el álbum mantiene la coherencia y la unidad que echábamos en falta en «Cordura» (MAN, 1995).
Abren revisando el pasado del sueño soviético en “Chernobil Potemkin”, y de la candidez inicial pasamos a una atmósfera opresiva que termina con un alarido final. “Farto” por su parte destila rabia e inconformismo ante el desencanto que produce la realidad social actual. Destacar los arreglos de guitarra de “Así está mellor” y los solos de saxo que introduce Santi Frutos.
Tienen tiempo para acordarse de “Jason”, el protagonista de la saga «Viernes 13» (Sean S. Cunningham, 1980), a base de contundencia, distorsión y unos coros salvajes. Luego encadenan tres grandes cortes que confirman a Korosi Dansas como una banda atípica y poco convencional con un gusto exquisito para la experimentación. El tridente está compuesto por la que sin duda es su mejor composición, “Amén, amén” -un baile loco bajo la lluvia roja-, su aproximación al noise “Gran Vía”, que perfectamente podría haberse titulado “Nadie conoce a nadie”, y la enfermiza “Buratos negros”. La melodía y el intimismo lo reservan para “Huecos” y el do de pecho para “Hoy y ayer y también mañana (o por favor, tócame)”, un corte final intenso en el que se dejan la piel. Subidas y bajadas redentoras y una letra que es una invitación a la emoción y a la anarquía, a la conmoción… “Tu piel / mi piel / el amor y la muerte / la soledad compartida. El abismo”.