Cuatro canciones de San Remo 67 encabezadas por la triunfadora “Non pensare a me” que allí cantaron Claudio Villa e Iva Zanicchi. Se trata de una balada bien construida y un tanto monótona con almíbar de violines y voz de escasas inflexiones en la estrofa y potencia épica complementada por el coro en el estribillo.
Mucho más interés tienen las dos canciones de la cara B, que no fueron premiadas por el jurado, pero sí por el público. “Cuore matto” es una contundente pieza construida sobre la simulación de un sonido cardiaco acelerado en otras versiones y ligeramente más comedido en ésta. Guardiola la reconvierte en una pieza melódica sin perder esa tensión del bajo que sustenta todo el andamiaje de la canción.
“La inmensidad” es una balada atemporal de regusto clásico en su instrumentación, algo misteriosa construida sobre un arpegio. Una canción un tanto extraña para proceder de un festival. La voz va tomando fuerza y el ritmo se acelera para finalizar en un torbellino de inmensidad.