Noches sin Memoria

Noches sin Memoria

Convencidos por Yotti, responsable de Los Ochenta Pasan Factura, a Rebaño de Dios no le quedó otra que reunirse de nuevo en pleno siglo XXI, tras años de inactividad musical total, para volver a los escenarios y dejar grabado el repertorio de entonces. Fue así que se dejaron preparados en los estudios Guamasa de Ayose Hernández, entre junio y octubre de 2009, una generosa colección de temas, alguno incluso compuesto en esta resurreción milagrosa, como «La gran bacanal» y «El ska de volver a empezar«.

Sin tener muestra, más allá de alguna grabación de directo y algún ensayo arrancado del local en cinta, de cómo sonaban Rebaño de Dios entonces, el caso es que se nota que en este encuentro se han despachado a gusto, sonando con una alegría y desenfado contagiosos.

Colabora poco la contribución de vientos en el comienzo, con temas trotones, pero en los que no se desaprovecha ocasión alguna para arremeter contra la hipocresía religiosa a la que le dedican sus dos primeros cortes: «Día de limosnas» y «Más vale morir«.

Cuando aparece el saxo lo hace componiendo líneas alegres que no son necesariamente de ska. Ocurre en muchos casos pero quizás sea «Komando soviet«, un auténtico clásico del grupo, donde mejor queda reflejado. Se pone en un segundo plano en el estribillo, dejando al resto y los coros la pequeña explosión que supone lo de la denuncia de política internacional.

«Yo soy Dios» habla bien a las claras que se haría mal en catalogar a Rebaño de Dios exclusivamente como una banda de ska juguetón (vertiente que por otro lado desarrollan y con sobradas maneras, como en «A ritmo de ska» o «La instrumental«) . La propuesta de los canarios se desenvuelve en cambio en temas de ida y vuelta, que se aceleran y frenan de repente. Y en caso de mezclar géneros, cabe remitirse a ejercicios que se vuelven violentos por momentos como en «Vives en el poder«.

Reconocían en su momento lo ácido de sus críticas, el haber seguido una vertiente política sólo a partir de un humor aderezado de mala baba, como ocurre en el caso de «Lo que el viento se llevó«. En ese sentido «Esto no es Chile» tiene un algo de Kortatu, por lo speedico del ska y las referencias a los exámenes (¡que la cultura no es tortura oiga!) y el asco por una ciudad en cuyas calles la policía viene pegando. Quizás uno de los mejores temas del disco.

Y si de acordarse de aquello de los encuentros en la barricada a las diez, mandar a tomar por culo a todo (no un cuartel) pero sí un mogollón, y referencias a la Guerra Civil se refiere, entonces la historia de Tomás el asturiano, que no le dió al último ska pero sí fue «El último dinamitero«, es la referencia. La mierda de ciudad parece ser la misma La Laguna, a la que cantan en «La Laguna hate’s folklore«.

Diseño montado a partir de fotos del grupo de antes y sobre todo de ahora, de la grabación del propio disco y de las actuaciones que se han concedido en esta segunda juventud, que hacen de fondo para las letras. Como título, mención a todas esas noches que terminaron en amnesia total tras ensayos y juergas sin posibilidad, por las que piden perdón a amigos y familiares en los créditos finales.

«Valentina«, uno de sus primeras composiciones (1985) y «Sir Alexander» constituyen las contribuciones anacrónicas, por la temática del Salvaje Oeste y de la Edad Media.

Un nuevo tanto para Los Ochenta Pasan Factura, que se anotan a otra banda de entonces que se recupera para que deje grabados los temas del punk de los 80 canarios.

Grupo:

Se conocían del instituto y porque jugaban...

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Tracklist:

  1. Día de limosnas
  2. Más vale morir
  3. Sir Alexander
  4. No te lo vas a creer
  5. La danza de las tribus
  6. Komando soviet
  7. Yo soy Dios
  8. A ritmo de ska
  9. Vives en el poder
  10. Lo que el viento se llevó
  11. La gran bacanal
  12. La instrumental
  13. Valentina
  14. Esto no es Chile
  15. El ñltimo dinamitero
  16. La Laguna hates folklore
  17. El ska de volver a empezar

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