Sencillo de debut grabado por Las Aspiradoras en los estudios de Circo Perroti en Gijón de Jorge Explosion (Dr. Explosion) en noviembre de 2009. En las sesiones de grabación estuvieron tanto Jorge (responsable último de las mezclas) como Henry Mariconda, antiguo integrante de la mítica formación Raunch Hands.
La portada es espectacular. Diseño de Rafa Mortaja, amigo del grupo, presenta a los miembros del grupo defendiéndose con sus intrumentos de lo que parecen los extremos de unas aspiradoras amenazantes, en una atmósfera de tonos morados, negros y verdes. La contraportada da pistas sobre la naturaleza última de los brazos succionadores: se trata de dos de los cuatro apéndices de los que está dotado el que parece logo-mascota del grupo: una especie de monstruo-robot-alienígena con escafandra y un tornillo como pene. Normal que se defiendan los Aspiradoras.
«Ni rastro de polvo» comienza con redobles de batería que pronto se ven arropados por fuzz y órgano. Vida alocada, «fuera de control» saliendo a las ocho de casa para bailar. Un tema enorme. Cuando puede, la guitarra se hace con la situación, muriendo en un aullido para dejar paso al estribillo.
Con las mismas coordenadas comienza «Los peligros de la noche«, el instrumental reservado para la cara B. Inminente la presencia de criaturas de la noche con presagios de nada bueno. La guitarra, de nuevo, reservada para las evoluciones de la parte media del tema hasta el final es contundente, introduciendo efluvios de frat. Muere la canción a auténtico ritmo de los Monsters. La banda la ponía como ejemplo de que además de garage eran capaces de hacer surf, fantaterror, etc.
Es difícil pensar en un debut más arrebatador. Supuso una carta de presentación inmejorable que le valió a Soundflat Records, la distribuidora alemana de este sencillo, para ofrecerle a la banda grabar con ellos un LP entero. Y así fue, la siguiente entrega ya con el «¡¡Mil Puñaladas!!» (Soundflat, 2010).