Tomando nota del sonido de los años 70 pero con una clara actitud reinterpretativa, Kozmic Muffin graba su primer largo, un gran tratado de rock progresivo con una clara vertiente psicodélica que desde el mismo momento de su lanzamiento se convirtió en un clásico.
Una puerta se abre y comienza “Andrew”, un corte definido por Pedro Granell como un autorretrato que es todo un despliegue de intensidad rítmica y constantes giros instrumentales. Llama la atención la voz de Pedro -con esos acercamientos a Lou Reed- y la gran capacidad de la banda para modernizar un sonido claramente progresivo y acercarlo a los 90, convirtiendo el disco en su conjunto en un paseo a través de una máquina del tiempo que nos permite ver de cerca los agujeros negros que Syd Barrett tenía por ojos y expandir nuestro subconsciente hasta el infinito.
La melancólica “Sun, glass & vacuum” destaca por unos brillantes solos de guitarra que parecen sonorizar el lamento. “Kozmic Muffin” es la canción más larga del disco, más de diez minutos de brillo e intensidad, una exhibición de fuerza y desgarro con una sección rítmica apabullante.
“Bedlam” es el corte que más recuerda a Pink Floyd, Pablo Rega presta su voz para interpretar este medio tiempo nostálgico y dramático que destaca por unos in crecendo redentores. “Open minds” trae de nuevo la oscuridad, Pedro considera este corte un canto a la parte bella de la esquizofrenia, a la inocencia moral y una invitación a experimentar con nuestras vidas.
Cierra la instrumental “Eleusis”, una atmósfera lúgubre y psicodélica con cambios de tempo bruscos, un órgano fantasmal e inquietante y unas guitarras que generan un muro de sonido que recuerda a formaciones como King Crimson o Rush. Lo mejor está en el último desarrollo, en el que Pedro grita desde lo más hondo de su ser y el micro de algún instrumento recoge su grito apagado. Visceral.
En definitiva, estamos ante un disco altamente recomendable que es sin duda una de las más altas cotas alcanzadas por el rock progresivo y sinfónico nacional.
Tras este disco Granell abandona el barco y Kozmic Muffin ya no volvería a ser lo mismo. Para muestra, “Space Between Grief And Comfort” (MAN, 1997).