A pesar de que, cuenta la layenda, Sabino Méndez, principal compositor, empezaba a tener importantes problemas de salud y apenas componía, y tiraba de descartes anteriores o de completar cosas a medio hacer que ya tenía, el caso es que entrega una buena colección de canciones y Loquillo y Los Trogloditas se las arreglan para seguir en primera línea editando uno de sus mejores discos hasta la fecha.
«Morir en Primavera» (Hispavox, 1988) nos muestra a una banda madura y rodada, con algo más de pausa y con una voz de Loquillo que cada vez evoluciona y canta mejor.
Se trata de nuevo de un disco muy variado, con canciones de corte stoniano, como “Besos bobados” y su adaptación country o “Todo el mundo ama a Isabel”, rock guitarrero apto para grandes estadios, como “Morir en Primavera” o “La policía”, canciones más oscuras como «Siempre vestida de negro«, versiones como “La Mala Reputación” de Georges Brassens adaptada por Paco Ibáñez, a la que introducen un aire country, y la más popular, la balada “Rompeolas”. Se incluyen también canciones más comprometidas políticamente, como “La guerra civil”, baladas como «Magnolia» y «Domingo en mi ciudad» y medios tiempos como «Dioses» .
La mayor parte de las canciones, excepto la versión de Georges Brassens, el medio tiempo «Dioses«, compuesta por Ricard Puigdomenech y las letras de Loquillo para «La guerra civil» y «En Dino’s a las diez» (en la que colabora en la música Sergio Fecé) las aporta Sabino Méndez, en su último disco como Troglodita, claro que, por entonces, ni él ni Loquillo y Los Trogloditas lo sabían.