Primer EP de Copycats, que sería la segunda referencia de Discos Antiguays, la versión para grupos que cantan en inglés de Discos Regresivos. Alfredo, responsable del sello madrileño, conoció a los andaluces coincidiendo con el concierto que dieron con Rumania, y no dudó en ofrecerles la posibilidad de editarles un disco.
Grabaron en Tigrus (Gandía) en noviembre de 2012, en una sesión de la que únicamente parecen lamentar el haber querido grabar demasiadas canciones (trece) en los tres días que utilizaron.
Si bien de «Blood’s the way» y «Pleasure breath» ya sabíamos por el adelanto de la sobresaliente maqueta editada posteriormente como cinta en «Copycats» (Discos Desorden, 2012), «Generation stroll» o «Miss the strange» tienen en este disco una presentación de lo más digno.
Cuidadosos revisionistas de los sonidos de otras décadas, no es el de Copycats punk de rompe y rasga, de maneras abrasivas, sino que parece compuesto con el cuidado necesario para rellenar atmósferas de manera casi orgánica, densa. Suenan así estos dos temas nuevos a himnos rebeldes, de generaciones peligrosas o perdidas, de regreso a naturalezas salvajes que llevan a concebir hijos del punk-rock. Maneras de The Clash atemperadas, ralentizadas especialmente para el tema que da título al álbum.
Cuatro grandes temas, un gran disco, que gana además con la presentación del diseño y fotos de Jorge,