Una grabación tan interesante como de mala calidad técnica, hecha con un simple magnetofón en la iglesia donde habitualmente actuaban Los Amis, que incluye cinco partes de la misa musicadas por Eduardo Moreno, guitarra solista del grupo. Las dos primeras están muy apegadas al folk norteamericano con predominio de guitarras acústicas en la línea de cualquier coro parroquial; sin embargo, las tres últimas son realmente novedosas. “Gloria” se enmarca en un ritmo beat sostenido por una batería furibunda, voz solista fuerte y solo de guitarra de matices rockeros. “Santo” es un tema folk rock con buenas guitarras y coros. Presenta claras influencias de The Byrds y otros grupos americanos de este estilo. “Cordero de Dios” es una balada semiacústica con una interpretación vocal de José Jaime Ortuzar cargada de matices. En varias de estas piezas Los Amis están acompañados por el Coro Universitario de Mundaiz, a los que a duras penas se escucha, dadas las precarias condiciones de la grabación.
Contra lo esperable, la idea de meter el pop y el rock en misa no solo no fue criticado, sino que fue bien acogida por unas jerarquías eclesiásticas que se adaptaban a marchas forzadas a las disposiciones del Concilio Vaticano II.