Segundo larga duración de Trajedesaliva. En él muestran una propuesta menos impactante y desgarradora que en su anterior entrega, utilizando mayoritariamente instrumentos orgánicos. La formación se presenta compuesta por Mon Ninguén (teclados y sintetizadores), Una Vena (voz, textos y artwork), Ricardo Rozas (guitarra) y Samuel Pérez (batería) y una sección de vientos formada por Guillermo Lancelotti (trompeta y fliscorno), Xosé Lois Romero (acordeón) y Pedro Lamas (saxos alto y soprano). La grabación transcurre en los estudios Altamarea (Vigo) y Bruar (A Coruña), de la producción se encarga de nuevo Santiago Alcalá y de la portada la propia Mónica Campos (Una Vena). El disco está dedicado a Diamanda Galás y Nico, quienes inspiraron la música del álbum.
Se trata ante todo de un trabajo instrumental y atmosférico, que presenta un único corte cantado y ninguno titulado, con un sonido intenso que nos pasea por entramados jazzísticos con crescendos redentores. Todo al servicio del sentimiento. En palabras de Mon Ninguén “Mima Blanca representa la aniquilación, lo inerte, lo femenino, la gestación, la leche, el semen, la luz. En Mima Blanca dar a luz es morirse, romperse”.
El álbum está compuesto por diez cortes sin titular que Jorge Obón (Rockdelux) bautizó como psicofonías sensuales, y su definición no puede ser más acertada. Pasajes instrumentales con calculados cambios de ritmo, con saxos chirriantes, percusiones hipnóticas y el inquietante acordeón de Xosé Lois Romero sonando en la distancia, con dulces coros lejanos cargados de belleza. Sólo uno de los cortes es cantado, el segundo, poesía negra con la voz de Una Vena en primer plano… “En el segundo movimiento de la noche corre el acto sobre la forma con revés de leche en cantidad violable. Las paredes de la mima. Brazo sumergido y soplón. Cruce de viruelas”. Caza blanca en semisueño.
Mima se hace adulta y continúa su bajada a los infiernos. Trajedesaliva nos muestran su cara más intimista y nos entregan una gran obra, un CD ensoñador a medio camino entre la realidad y la muerte.