En el verano del 71 Mi Generación entran a grabar su primer álbum. A los miembros del grupo hay que añadir la meritoria colaboración de otros músicos como Christine Wells (voz), Josep Casas (arreglos orquestales), Ricard Roda (saxo y flauta), Xavier Battles (técnico de sonido y piano), Miguel Casas (productor / claves) o Salvador Mayolas (mechero steel). El sonido del grupo en el LP cambia con respecto al single, es verdad que ahí están esas bases rítmicas muy progresivas, esas guitarras con sonido limpio y ese hammond agresivo, por supuesto sus magníficas armonías vocales, pero las letras son profundas, idealistas, muy influenciadas por el hippismo y los aires de libertad del momento.
Podemos decir que «Mi Generación» (Palobal, 1971) es el disco de un grupo rodado y que a pesar de su juventud son ya todos unos veteranos. Son buenos instrumentistas, magníficos cantantes y destaca que la composición esté muy repartida entre los distintos miembros del grupo.
En «Deja que alguien te ayude», tema de Antonio Palacín, tenemos una letra idealista muy parecida a la que dentro de un par de años harán Solera, con guitarras acústicas, armonías angelicales y orquesta en la sección final.
«Otro sueño» nos muestra a Eliseo cantando un tema de su propia autoría, usando la técnica del canon junto al resto de los miembros sobre un fondo de guitarras acústicas y preciosas armonías vocales, siendo la letra una oda a la naturaleza en contraposición con el asfalto. Tiene ecos de Crosby, Stills & Nash, en realidad como casi todo el álbum.
«Solo estás y estoy» de Antonio, comienza con una intro de guitarra acústica y luego un solo de guitarra eléctrica sobre un hammond rabioso, es un tema a la vez de liberación espiritual y amorosa. Las voces, como siempre, majestuosas. En el climax, una armónica tras una pausa protagoniza un precioso solo muy breve.
«Di por qué» es un tema dividido en dos secciones muy claras. La primera es un estribillo infeccioso a cappella y luego una armonización de voces espectacular, cuya letra refleja las ansias de liberación del ser humano. Luego aparece una instrumentación muy de la época con piano y organo hammond jugando sobre la melodía principal, con un muy largo pasaje instrumental con una duelo hammond/guitarra. La segunda parte tiene un aire progresivo. El tema es compsición de Pepe Zappa Valverde y Antonio Palacín.
En el breve tema sobre la tercera sinfonía del «Gran Cañón» de Ferde Grofé son estrellas las guitarras acústicas a las que se unen unas bellísimas armonías vocales.
La cara B se abre con «26/7/71», un tema de Eliseo y Pepe Zappa Valverde que empieza con un hammond tras el cual van entrando el resto de instrumentos, todos con un aire progresivo. Destacan la espectacular base de bajo y batería y una voz solista que sobre un fondo hammond juega con las guitarras: en los puentes y estribillos se unen unas majestuosas armonías vocales. Quizás sea este el mejor tema del disco. Destaca un solo de guitarra con notas largas y ecos que siguen cuando han vuelto las voces, algo inusual ya que sigue el solo incluso cuando vuelve el tema principal, prolongándose hasta el final.
«De mi para ti» es un tema de Javier en el que sobre una base armónica de guitarras acústicas canta con una voz frágil e intimista. La letra es muy hippie y defiende conseguir lo sueños ansiados frente al hastio vital. Es un tema íntimo con instrumentación sencilla.
«Frustrado», de Eliseo, comienza a cappella con voces que se decantan por una suerte de bossanova, que va derivando en bellas armonías vocales y percusión y un excelente solo de flauta. Luego sale la voz solista con una letra de engaños y como el titulo anuncia, frustración, y vuelta al tema con solo de piano eléctrico en contrapunto con el saxo y luego guitarra, todo en una onda muy de rock progresivo y fusión, demostrando gran maestría instrumental.
«Adónde va tu mente» al alimón de Eliseo y Pepe Zappa Valverde está interpretado en inglés, a pesar del titulo. La voz solista se desarrolla sobre un fondo de pájaros, guitarras acústicas y cuello de botella hecho con un mechero. Habla sobre la magia de la inspiración.
«Lágrima» cierra el disco, un instrumental de Javier con cello y guitarra acústica, a la que se un más tarde una orquesta con bellos arreglos y un diálogo entre metales y cuerda. Por último, una parte con progresiones armónicas con una voz solista sin letra y armonías vocales sobre la guitarra acústica, volviendo el tema principal.
A pesar de todo lo que se pueda haber dicho, el disco vendió en su época la nada desdeñable cifra de diez mil copias -como mínimo- (especialmente en el área de Barcelona), pero el grupo nunca tuvo constancia de la cifras exactas y menos aún recibió desgraciadamente dinero alguno de las ventas de este excelente esfuerzo musical. Porque el disco es un buen álbum que el tiempo convirtió en legendario; notas biográficas, referencias en libros o en libretos de discos de otros artistas y los muy altos precios alcanzados en subastas en Internet lo convierten en una cotizada pieza de colección.
