Los Delorean se seguían desmarcando en el panorama nacional con su enérgico directo y con auténticos temazos (si me vale la expresión, no hay otra mejor para calificarlos) como los contenidos en este EP. En concreto, el aplaudido número tres de su «Metropolitan death», que se convirtió desde un primer momento en el favorito entre sus incondicionales. Un tema en el que los aullidos de Ekhi se abren hueco en la húmeda y salvaje noche metropolitana.
De los remixes, de todo un poco; uno de Daryl, melancólico y misterioso, otro de Montreal, trepidante a lo Split Second e, incluso, miras techno de la mano de Karlos Phazer al más puro estilo Laurent Garnier…
Delorean miraba sin discreción a las pistas de baile, y de nuevo el sello alemán Defiance Records publicaba de nuevo una edición en vinilo limitada a 500 copias.