En la contraportada del vinilo 12” que supone el debut de Metralletas Lecheras podemos leer el delirante texto: “Grabado en los estudios Abrigueiro (Friol) durante el 2010 con Arturo Vaquero y su perro Lobo… Metralletas Lecheras somos mezcla de celtas y moros, irlandeses y marroquís, que vinieron aquí para quemar la catedral y porque los llamamos para comer. Somos buena gente”.
La excursión comienza en “Cementerio Caliente”, buscando un cenicero entre ritmos darkys, punk, surf y space rock… llámalo instropunkpop. La siguiente parada es “Uganda”, manteniendo esquemas y recordando a unos primigenios Siniestro Total armados con teclados espaciales.
“A dos mistos” trae guitarras aceleradas, una melodía efectiva -“Era un buen día en el baño de tías…”- y unos teclados que comienzan a ser una de las señas de distinción de la banda. El delirio llega con “Peregrina” -“Peregrina quita el sostén / que lobisome te va a foder…”- y “Faire l’amour” –“Hacer el amor contra un toxo bravo”-. “Composición china” es uno de los cortes más elaborados del disco, un tema instrumental con aires de surf siniestro.
El gastropunk y el costumbrismo inundan “Bótalle salsa”, la cementación masiva y las referencias a la ex-ministra, así sin más, “Ana de Palacio”… “Non sei por qué / estaba todo cheo de eucaliptos / non sei por qué / Ana de Palacio foi ministra”. También se acuerdan de “Tita Cervera” y no precisamente para bien: “Tita Cervera devuelve el sostén… la Tita en Santiago y Tita Cervera en España”. Cuando reírse de determinados famosos es un bien necesario.
Tú come lo que quieras, y lo que no, déjalo.