Era evidente que la carrera de Mila andaba de capa caída. Poco quedaba de aquella chica con un lunar en la mejilla, compañera de fatigas de los primeros conjuntos madrileños. Sucesivas elecciones desafortunadas habían apagado una carrera que en sus inicios prometía bastante. La cantante quiere reinventarse a sí misma con este disco marcadamente pop. El tema principal es la versión femenina de una de las canciones más conocidas de Los Brincos y, por ende, de toda la historia del pop español. Haciendo un juego facilón de palabras, digamos que ni “Mejor”, ni peor. Una lectura aseada, un tanto descarada y con tendencia al grito, especialmente por parte de los coros.
Este disco sería más escuchado que vendido merced a su edición ese mismo año en la colección del Disco Sorpresa del brandy Fundador, que terminaba las caras de sus discos, incluyendo aquel soniquete de «está como nunca, el coñac que mejor sabe…«.