Mecanisburgo es, en el ideario de los Aviador Dro, la capital de La unión, una Europa en paralelo una vez que se han cumplido los designios y predicciones de la Ciencia Ficción clásica. Un mundo poblado por robots, cyborgs, humanos e inteligencias artificiales que conviven juntos. En el juego de rol que desarrollaron en paralelo, cada uno de los jugadores se hace responsable de alguna de las familias de notables o corporaciones protagonistas de la dinámica de la vida en la misma.
Grabado en los estudios Reactor, el de Arco Iris y Biovac N, donde Moncho Campa hizo de ingeniero de sonido ayudando además a la producción. El disco se compone en paralelo a un juego de rol, cómic-novela sobre una ciudad con el mismo nombre con la participación de diseñadores gráficos e informáticos. De hecho incluia un CD rom interactivo con gráficos, además de la música.
El Aviador es, tras su refundación, el cuarteto formado por el núcleo fundacional Arco Iris (teclados y voces) – Biovac N (teclados, programación, bajo eléctrico y voz de la técnica) y la savia joven aportada por ATAT (teclados, programación y guitarra eléctrica) más Nexus (percusión electrónica). En esta ópera musico visual, se abandonan en las manos de la tecnología proponiendo una electrónica dura, que adquiere una intensidad especial en momentos instrumentales como «Gran plaza Asimov«, el tema que dedican al que es el centro histórico de la ciudad, la atracción para los turistas y con el que se abre el disco. «Punzante«, otro de los cortes sin letra, es mucho más orgánico, pausado, rememorando quizás más a algunas de las atmósferas en Los Iniciados.
«Olinka» se muestra insinuante e intrigante, cantando acerca de la gran dama que todo lo controla, uno de los protagonistas del juego de rol. Otro de los personajes que merece su presentación con una canción especial es «Mafarka«, el «cyborg perseguido por la gracia del Estado».
Otro de los momentos sobresalientes es el estribillo de «Carnívoro«, con teclados haciendo las veces de coros épicos. Escuchando «Cybercafe«, uno piensa en una posible remezcla electrónica de las atmósferas de Décima Víctima. Es allí el lugar de reunión para la conspiración, el lugar donde se gestan las revoluciones en la ciudad: «Hemos abierto otra realidad, otro concepto del bien y del mal«.
Por su parte, «Desactivado» suena a puro New order, mientras que para «Cronoscafo«, con cuestiones de viajes temporales con aire similar a los Nautilus de Los Iniciados, el arrope musical elegido sigue coordenadas trance.
Que se decantan por una alegre variedad de matices queda claro al escuchar «El infierno de Dante«, contemplativa, pausada y densa, o «Campos rodantes«, descarga inquietante y marciana en la que la utilización de coros hace recordar las composiciones de Popol Vuh para «Aguirre la Cólera de Dios» (1975) de Werner Herzog
Un disco más que interesante, mostrando que el vuelo de Ave Fénix del Aviador Dro pasa por la apuesta clara y decidida por una electrónica moderna e integradora sin resquicios para concesiones a un pop-rock del que siempre se habían distinguido y diferenciado como propuesta innovadora y transgresora.
