En 1987 va a aparecer este atípico maxi single con versiones discotequeras realizadas en estudio a partir de pasadas grabaciones originales de Hombres G destinados al bailoteo juvenil.
Se trata de enlazar fragmentos de canciones triunfadoras en anteriores entregas, variándoles ligeramente el ritmo y aderezándolas con ruidillos electrónicos y algunos trucos típicos de DJ. En la cara A se colocan los más marchosos y en la B se hace más o menos lo mismo con temas lentos.
Un atentado perpetrado por el sello en el que Hombres G poco tienen que ver. En aquella época, no obstante, el mero nombre del grupo vende por sí solo cualquier cosa en la que aparezca su foto. Y la cosa funcionó hasta el punto de alcanzar una vez más el nº 1 de Los 40 Principales.