Por fin llegamos a “Más” (WEA, 1997). El álbum definitivo. El disco más vendido en nuestro país de la historia; Veintidos discos de platino solo en España. Esto es lo que hay; a algunos gustará y a otros no. Como el que escribe la crítica soy yo, daré mi humilde punto de vista. Y, aunque ser el más vendido no lo hace “el mejor”, lo cierto es que “Más” es un gran disco.
De nuevo se confía en Ruffinengo y Miguel Ángel Arenas para la producción, siendo este el último álbum en el que el Capi trabaja con Alejandro Sanz tras haber dirigido sus pasos desde su mismo nacimiento artístico. El equipo se encontraba en un momento pletórico, con gran cantidad de canciones disponibles y la determinación emprendida gracias a los avances de “3” (WEA, 1995). “Más” lo supera en todos los sentidos, pero lo hace ante todo en lo fundamental, que es exponer al público algo que solo su autor puede ofrecer. ¿Dónde está eso? Pues en “Corazón partío”, claro.
El primer sencillo del álbum fue “Y, ¿si fuera ella?”, que es además la canción que abre el álbum y continúa el estilo de “La fuerza del corazón” y lo mejora, pero el estallido se da en “Corazón partío”, en la que con sapiencia se mezcla toque flamenco con aires latinos. Bonitos juegos de palabras en la letra y una atmósfera que alberga más luminosidad de la que pudiera esperarse por su temática ponen la guinda al tema y lo convierten en un éxito internacional. También andan por ahí la pasión de “Amiga mía” y la candidez recuperada de “La margarita dijo no”, hermosas canciones que quedan en nada ante “Corazón partío”.
A partir de aquí, todo cambia.