Grabado en el local de ensayo situado en el barrio del aeropuerto de Barajas, Suzio 13 tuvo que solventar durante la elaboración de este “Más Motivos que en el 77”, la sustitución de su bajista.
En esta segunda entrega la banda madrileña reincide en algunas de las coordenadas propuestas en su debut, apuntando hacia la que quizás sea la vertiente entrañable de los Clash. A los británicos se refieren incluso como banda sonora en la letra de “Noches de Madriz”, y algo del psychobilly de “En el bar” retrotrae al “Brand new Cadillac”.
Son los madrileños una banda con pocos problemas para mostrar sentimiento y maneras intimistas en el restringido entorno de un género como el punk al que se le supone, sobre todo, dureza y contestación. En “La lucha”, Sergio utiliza su voz rota, arropado por los coros, encargados, ellos sí, de las concesiones melódicas, para uno de los cortes más contenidos. Como lo es el comienzo de “Bonnie and Clyde”, aunque termine evolucionando hacia algo parecido a la etapa final de los Sex Pistols y desemboque en la épica fronteriza americana que su título sugiere. Tampoco es vertiginosa la ya mencionada “Noches de Madriz”, donde las guitarras consiguen mantener un ritmo trotón.
También se recurre a Madrid en “Estrés”. Como si de Leño se tratara, con un punto incluso de rock pesado, hablan del agobio de vivir en la capital: “Madrid es demasiado, no sé qué voy a hacer”.
Letras que rezuman y sugieren fractura social, contra fascistas y banqueros en concreto en “Destruye la nación” y entre clases en “Pijo mierda”. Aires de Cock Sparrer y Cockney Rejects para la primera y de reverbs surferos para la otra.
Se conceden por otro lado en “Me vuelves loco” la mención a la chica que les descoloca, en un punto parecido al que destilaban, por ejemplo, los navarros de Tijuana in Blue en “Licantropía”.
Disco con el que afianzan lo apuntado en su primera entrega y que les coloca en posición para combinar con muchos otros elementos como harían en trabajos posteriores.