Presentado con tintes boxísticos, el speaker presenta la primera grabación de Fernando Esteso. Un par de sevillanas, una por cada cara. La cara A está dedicada a la niña Mariquita, minifaldera acérrima y bailona irredenta envuelta en instrumentación de banda pueblerina con platillos terroristas y coros que repiten: “esa es, esa es Mariquita la ye yé”. Una de las peores composiciones de ese buen pianista y autor andaluz llamado Felipe Campuzano.
Para la cara B siguen las polémicas entre Fernando y los miembros de la orquesta. Esta vez se transmuta en cantaor tartaja condenado a grabar la cara B. Otra sevillana, por llamarla de alguna manera a una canción que nunca acaba de arrancar debido a las dificultades fónicas del cantante.
En la portada, junto a la foto del artista y el título de las canciones, aparece la leyenda: «¡Qué no se pué aguantá”, y doy fe que es absolutamente cierto.