El segundo single viene encabezado por un tiempo de samba en la que los elaborados juegos vocales quedan de manifiesto, aunque la canción sufre algunos cortes abruptos que la convierten por momentos en balada y no favorecen el desarrollo del tema.
En la cara B se estrena Johnny Dapena como autor. Entre la sicodelia vocal y el hippysmo militante, “La Flor” suena como un tema naif en la misma onda de, por ejemplo, Nuevos Horizontes. Buena instrumentación e ingenuidad a raudales la que derrocha este jovencísimo trio dispuesto a abrirse camino en el sinuoso camino musical.