Ahora sí, aquí empieza la carrera de Luz. Su debut, producido por Carlos Narea, supuso una importante apuesta por parte de su discográfica que, junto a las canciones escritas por la propia Luz, confía en otras de Ramoncín o Roque Narvaja (autor, por ejemplo, de “Santa Lucía”). Con estos nombres, podemos imaginar que el disco está claramente orientado al rock. Así son las dos primeras canciones del álbum que, junto a la tercera “Eres tú”, fueron las extraídas como sencillos promocionales. Esta última es una intensa balada que casi nos avisa de lo que serán los grandes logros futuros de Luz.
Pero la tónica general es mucho más rockera y movida. Aparte de las dos primeras, también destacan “Debajo de ti” o la final “Mujeres”. También merece ser reseñada la curiosa “Cleptómana”, que va de eso, una cleptómana. Y, aunque en la producción se nota mucho el ambiente de la época -ese eco, cierta sonoridad electrónica-, Luz se estrena con un buen disco de auténtico rock que la hace correr paralela junto a la euforia de La Movida Madrileña.