Continúan los cántabros Lupers manos a la obra en su labor de pasarlo bien a base de practicar un punk gamberro, directo e irreverente. Para su nueva entrega han contado con el apoyo que ya lograran en su EP anterior de Folc Records, evitando así la autogestión con la que funcionaran en los comienzos.
Donde no han necesitado de apoyo externo es en el sorprendente diseño del CD, que es marca de la casa. Viene el disco empaquetado como si de un sándwich se tratara, envuelto en papel Albal, carpeta que simula una rodaja de pan Bimbo con mostaza y finalmente el propio CD haciendo las veces de fiambre. Muy original y al que únicamente habría que poner el pero que supone tener que recurrir al Bandcamp del grupo para poder enterarse, no ya de las letras de las canciones, sino de sus mismos títulos. La solución del sello, la de incluir estos escritos a rotulador en una servilleta con su logo, si bien representa el complemento lógico para la merienda musical que se ofrece, se me antoja peligrosamente no perdurable. Pero en fin, vaya todo por una presentación más que trabajada.
Han repetido modus operandi, grabando con Alex Pis en Drive Division Studios, y han mantenido una línea coherente y continuista con la fórmula que han trabajado hasta ahora. Suena su música al resultado de horas de pasarlo muy bien en el local de estudio, de desparramar y montar canciones que parecen en muchos casos responder a bromas privadas entre ellos. Historias a partir de escenas quizá vividas por ellos en bares, sobre refranes, sobre llevar el chichi al aire, de tener que andar esperando a que ella se cambie para poder salir de una vez de casa… Todo ello aderezado con contundencia punk, eso sí.
Siguen apoyándose en la alternancia de voces de ellas (Miguela y Van) con las de ellos, sin bajar la guardia en ninguno de los dos casos, y combinan detalles dispersos interesantes: insinuaciones entre Mecano y Parálisis Permanente para la letra en «De vacaciones«, cuñas de dub-reggae en «Juan» aportada por Charlie Brown según rezan los créditos y amagos de Led Zeppelin para el comienzo de «Chocho al aire«…
Donde más serios parecen ponerse es en «Franco ha vuelto«, donde dan la vuelta al famoso comunicado de Arias Salgado a la muerte del dictador para hablar del retorno de políticas restrictivas de extrema derecha, y en la mordaz «Telele«, todo un escupitajo a la televisión basura de tertulianos y humoristas. Destaca esta última además por el ritmo que impone la percusión a la contra.
Hacen versión de Nirvana y cierran el disco con «Artistas«, que en su impuesto intimismo encierra joyas hechas frases de la letra: «Todos los artistas miran sus heces cuándo van al baño / Todos los artistas creen que sus heces valen algo«.
Siguen Lupers a lo suyo, siguen pasándolo bien.